Resumen: |
La novela "A la Costa", de Luis A. Martínez, es una metáfora sobre la condición escindida de nuestro país: dos regiones, dos formas de ver el mundo, dos culturas confrontadas. Sierra y Costa, geografías y gentes hostiles entre sí. El viaje de su protagonista a la costa se convierte en un descenso al infierno: ahí encontrará la violencia criminal exacerbada en las relaciones individuales, el rechazo de las personas y de la misma naturaleza y también encontrará su fin luego de un efímero interludio de felicidad. Salvador, el protagonista -al igual que Luis A. Martínez en 1902- es atacado por la malaria que, en el caso del personaje, le ocasiona la muerte. Sin embargo, en el lecho de muerte, Salvador parecería tener una visión ideal de un país integrado: de la ventana se divisaba el ancho Guayas, la orilla opuesta desde Santay hasta Durán; y esa tarde el lejano Chimborazo, limpio de nubes dominaba el inmenso paisaje...
En este texto clásico de la tradición literaria ecuatoriana se recoge un momento clave de nuestra historia: es el año de 1895, el viejo régimen cñerocañ recibe su extramanunción y las nuevas banderas de las libertades civiles quieren flamear en la capital; conversadores y liberales combaten para definir al Ecuador del siglo que está por llegar. A su vez, A la Costa, representa la transición literaria de nuestro romanticismo hacia lo que, entrado el siglo veinte, será llamado el realismo social. |