Resumen: |
El aparecimiento de La Linares (1975) inició, en Ecuador, un proceso en busca del lector perdido. Sus varias ediciones la han convertido en una de las novelas más leídas; esto ha permitido devolver a la sociedad el mito y la palabra prestados y ha hecho que los personajes de papel adquieran nueva vida en las versiones populares de donde vinieron. Así, el rumor y el chisme, como instrumento de la literatura, han alcanzado niveles proteicos y han realimentado la memoria colectiva en un intercambio incesante de sentidos. |