Resumen: |
El modelo de coaching educativo que proponemos en este libro aporta un enfoque diferente e innovador, centrado en las emociones, que presta especial atención a cómo es el vínculo que se establece entre el docente y sus alumnos. Partiendo de la idea de que entre los diferentes roles que el docente desempeña en el aula hay uno que ha sido hasta ahora poco explorado: su rol de líder que dirige al grupo de clase, y que abarca dos importantes funciones. Por un lado, generar una estructura que favorezca el aprendizaje; por otro lado, facilitar los procesos emocionales y grupales que lo posibiliten. Sabemos que los grupos, para ser eficaces, requieren de líderes que sepan colocar a todos sus miembros en un rol activo para cooperar, delegando en ellos funciones y dejándoles asumir protagonismo.
Si permitimos a los estudiantes asumir este rol más activo en su educación les estaremos ayudando a establecer un aprendizaje para toda la vida, poniendo las condiciones para que aprendan a pensar por sí mismos, a discrepar, a diferenciarse del grupo a la vez que a tolerar y respetar a los otros. Enseñándoles a desarrollar liderazgo, a asumir un rol más activo en los grupos y a buscar soluciones ingeniosas a los desafíos.
Para introducir este cambio es preciso primero que los profesores sientan la necesidad de revisar y trabajar su propia inteligencia emocional, su empatía, su capacidad de escucha, su autoconocimiento, su habilidad para conocer a los demás y sus propias posibilidades de liderazgo. |