Resumen: |
El teatro griego no vive de sorpresas sino de hondura, no se ceba en la curiosidad del desenlace sino en la psicología de la acción.
El público ateniense que se ha agolpado en la gradería del teatro de Dioniso al anuncio de la ANTÍGONA de Sófocles, sabe que viene a ver morir, sabe que la heroína está irremediablemente perdida, y porque lo sabe, viene a convivir con la hija de Edipo, tan conocida por la leyenda patria, la sublimidad de sus últimas horas. |