Resumen: |
Toda acción educativa tiene como punto de partida una concepción de hombre, una cosmovisión y nada mejor para el educador cristiano que asumir esa cosmovisión desde el evangelio y los documentos de la Iglesia. La declaración en mención, dió una nueva fuerza a la escuela católica y mostró que sigue siendo un espacio privilegiado para evangelizar, para generar cultura y pensamiento científico. |