Resumen: |
Comenzaremos este enseyo con una afirmación que, relevando nuestra clara posición ante el objeto de nuestro estudio, es también al mismo tiempo una cuestión obvia: no podemos discutir, por un lado, las Iglesias, por el otro, la educación y, finalmente, el papel de las primeras en relación a la segunda, a no ser históricamente. Las Iglesias de hecho no son entes abstractos, sino instituciones insertadas en la historia, donde también se da la educación. El quehacer educativo de las Iglesias no puede ser entendido fuera del condicionamiento de la realidad concreta en la cual se encuentran. |