Resumen: |
Todos vivimos en, o pertenecemos a grupos y asociaciones: en la vida familiar, sindical o política, cultural, recreativa, religiosa. Es una sociedad como la nuestra que tiende a la despersonalización de los individuos, surge con fuerza la necesidad de agruparse.
Y efectivamente los grupos proliferan por todas partes, como una esperanza de humanización y de socialización. Pero con demasiada frecuencia mueren aceleradamente o se frustan las esperanzas puestas en ellos. Muchas veces porque se desconocen absolutamente sus mecanismos y la buena voluntad no basta.
Las interacciones, las comunicaciones, las tensiones, los conflictos y la manera de afrontarlos y resolverlos dan o quitan cohesión al grupo. |