Resumen: |
Cuando se llega a los veinticinco años, las facultades disicas y mentales ya se han desarrollado -y ciertas cosas, como la velocidad de aprendizaje, ya han empezado a disminuir. Pero otros aspectos del "yo total" aún estarán verdes y pueden seguir madurando durante toda la vida: los conocimientos, la perspectiva de las cosas, la satisfacción, etc. A este respecto, "la madurez lo es todo". Tal desarrollo a través de la vida tiene como fuente de energía el cultivo de intereses: dependiendo de la edad (y un poco del lugar en que nos encontremos) éstos pueden ser de cualquier tipo. Siempre y cuando pongamos toda nuestra energía y recursos personales en ellos, nos mantendrán -no importa quiénes seamos- en contacto con el mundo; más aptos para enfrentarnos a sus retos, así como para comprenderlo y entendernos a nosotros mismos. De eso trata este libro. |