Resumen: |
Los psicólogos jamás dejarán de discurrir y soñar juntamente con los poetas y con los novelistas por una parte y con los filósofos por otra, sobre la adolescencia y sobre la conciencia.
Dejando a un lado todas las consideraciones de orden científico, la adolescencia es un período fascinante de la vida, con todas las nostalgias e ilusiones con que la adorna el adulto. Y habitualmente tampoco el psicólogo escapa de esta fascinanción. Un amigo y colega, W.D. Wall, autor de un libro que ha titulado bellamente, El niño adolescente, me ha observado que un psicólogo no podría hablar en público sobre la adolescencia sin perder, en algún momento, su control emocional. Es necesario precisar: fue al retirarnos de la SOrbona, donde acababa de pronunciar una conferencia sobre "la adolescencia y el amor" cuando me efectuó W. D. Wall la observación citada... |