| Resumen: |
En 1992 es el año del quinto centenario de la llegada de Colón al nuevo continente, hecho trascendental que modificó la vida social, política y económica del planeta. Sin embargo, para los ecuaotianos, 1992 es también -y sobre todo- año del bicentenario del aparecimiento de Primicias de la Cultura de Quito, piedra angular en aquello de "un pensamiento propio", en aquello de "pensarnos a nosotros mismos".
Eugenio Espejo es la encarnación del mestizaje, no sólo por la sangre de su padre indio y de su madre mulata clara, sino por la simbiosis cultural, por la adopción que hace de lo más avanzado del pensamiento europeo de la época, por el dominio de la lengua española para usarla, precisamente, en la defensa de los pueblos que querían independizarse de España. Por eso es reconocido en quechua como el Chuzig -la lechuza que permanece con los ojos abiertos en la noche colonial-, y en español como el pensador ilustrado, precursor de la independencia americana.
La edición de este libro es parte de una serie de conmemoraciones bicentenarias que se realizarán para honrar la memoria de uno de los quiteños más patriotas y cultivados. Curiosamente, este excelente texto de Philio Louis Astuto, hasta ahora no había visto la luz en nuestro país, razón por la cual es doble nuestro regocijo al propiciar la edición del mismo. El Ministerio de Educación lo pone en manos de los maestros y jóvenes ecuatorianos como el paradigma de una vida que supo unir el estudio y la ciencia con el patriotismo y amor a la libertad. |
Eugenio Espejo / Ministerio de Educación (1969)