Resumen: |
En Jardín de invierno, libro póstumo de Pablo Neruda, confluyen, con suntuoso y a la vez medido esplendor verbal, algunas de las constantes mayores de la obra del poeta, que muestran la diversidad de impulsos e imantaciones en las que se sustenta su visión del mundo. Desde la lujosa escenografía telúrica del mundo francés, en "El egoísta", a la comunión humana, más allá del trampantojo de los verdugos enmascarados con el dogma, en "Gautama Cristo", la simplicidad luminosa de "La piel del abedul", el tono irónico de "Modestamente" o "Muchas gracias", los sótanos sombríos de "Con quevedo, en primavera", el impulso whitmaniano de "Todos saber", la nostalgia de "Imagen", la invocación a los secretos del mundo natural de "LLama el océano", "Pájaro", "Los perdidos del bosque" o "El tiempo", hasta el acento cívico de "Otoño", en Jardín de invierno se contienen muchos de los mayores poemas de la etapa final de Neruda. |